Ambos estaban detrás del escenario esperando la señal para salir, pero los nervios recorrían sus cuerpos, el estómago revuelto y el sudor cayendo sobre sus frentes los llenaba de vida, de una sensación de suficiencia.
De repente alguien los llamó, sacándolos de su burbuja de amor para volver a la realidad, salir al concierto, a hacer felices a las personas que los apoyaban, que apreciaban lo que eran como personas y artistas.
Mientras las primeras líneas de BARCODE eran dichas, ellos permanecían apasionados con lo que hacían, disfrutando del momento, la vida, de la felicidad que estar en el escenario les provocaba.
Cuando sonaba el último coro, con sus voces al unísono, tan diferentes y complementadas, Haon puso su brazo en el hombro de Vinxen, al a vez que éste intentaba acercar su rostro y sentir su calidez, sin mirarlo, no podía, al menos no sin sentir un ligero calor en las mejillas por tanta miel arrojada unos minutos atrás, pero no hallaba cómo controlarse cuando su corazón palpitaba tanto al tener a una de las personas más queridas para él tan cerca.
Al terminar la presentación se retiraron del escenario, dejando atrás los nervios que en un principio los habían inundado y los gritos de sus fans que los incitaban a sonreír sintiéndose realizados. Las estilistas les secaban el sudor y una persona les entregaba las bebidas, pero Vinxen no pudo destapar la suya, estaba débil, así que su compañero la tomó y abrió para él, al entregarla una mirada fue suficiente para decir "gracias", un agradecimiento que no solo implicaba el gesto, sino por compartir aquel increíble recuerdo juntos, la entrega tan apasionada que ambos habían presentado y el apoyo mutuo.
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