El sonido fuerte de las bocinas retumbando la casa que parecía bailar al ritmo de la música no permitía una conversación siquiera, por lo que tomar la iniciativa era algo que debía hacer, si dejaba solo a su compañero rodeado de animales hambrientos podía no solo perder su oportunidad de declararse, sino también el corazón ya que partiría junto con él.
—¡Wonho! —gritó en su oído.— ¡Quiero decirte algo! —Sentía como si su voz se fuera a perder junto con su futuro si no la alzaba. Agarró su mano y subió las escaleras sin soltarlo, el chico solo lo siguió sin decir una palabra.
Al llegar a un cuarto vacío no supo que decir después de cerrar la puerta, así que se quedó parado aun sosteniendo la mano de quien lo acompañó. De pronto sintió como Wonho se movía hacia la cama y simplemente se sentó, sonrió. Era esa sonrisa la mayor debilidad de Hyungwon, el motivo por el cual su corazón no podía calmarse y todo ese ser que se encontraba frente a él era razón suficiente para encender sus ánimos.
—Me gustas —su voz sonó quebrada, casi llorando por el miedo a ser rechazado, sin esperar respuesta se dio la vuelta. De repente fue tomado por sorpresa y arrojado encima del cuerpo ahora recostado de aquel a quien recién se había declarado.
Con un beso cálido tomó algo más que su primer beso, exudaba pasión mientras lentamente daba dulces mordidas en su cuello. La primera vez que experimentaba el calor de un cuerpo como este, sus tonificados músculos se rendían ante esos toques leves que recorrían su espalda hasta llegar a la parte baja y nuevamente subían, se miraron a los ojos mientras jadeaban por el éxtasis arremolinándose en la habitación haciéndoles perder la noción.
—Sigue —dijo Wonho casi perdido por la emoción con una voz ronca, tan baja que era inaudible por la música que sonaba en aquel fresco lugar, al mismo tiempo la letra de la canción sonaba incitando a Hyungwon.
"Drape me with your warmth, the rapture in the dark puts me at ease".*
Ahora no había escapatoria para él, tomó un respiro largo y respondió- Está bien.
Corrompido por la sensual figura que yacía bajo su cuerpo simplemente decidió tomar todo de él. Pronto volvió a poner sus labios sobre el cuello de su enamorado.
"Kiss me on the mouth and set me free".*
Nuevamente se sentía manipulado por la voz de aquel cantante, entre sus manos sostuvo las mejillas de quien lo seducía con la cara sonrojada y le di un dulce beso en los labios, pero poco a poco la intensidad aumentaba a tal punto que las mordidas se hicieron presentes.
Esa noche sirvió para marcar el inició de una relación guiada por las emociones de dos personas cayendo enamoradas la una de la otra. Pero el día trajo más frío que el día anterior, la lluvia les daba la bienvenida a un nuevo despertar iniciando así una etapa de su vida que afectaría no solo a ellos mismos, sino a quienes los rodeaban, así que se abrazaron y bajo las sabanas prometieron mutuamente disfrutar de un amor libre y leal.
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*La canción es Bite de Troye Sivan.
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